Un jamón de bellota 50% ibérico es un tipo de jamón que se elabora con cerdos ibéricos cruzados con otras razas porcinas, generalmente Duroc. La denominación "50% ibérico" se refiere al porcentaje de sangre ibérica en la composición genética del cerdo.
Estos cerdos son alimentados con una dieta basada en bellotas y pastos durante la época de montanera, que es el período en el que los cerdos se alimentan de forma natural en las dehesas, principalmente de bellotas. La bellota es rica en ácido oleico y otros nutrientes, lo que contribuye a la calidad y sabor característico del jamón. La alimentación a base de bellotas es fundamental para el desarrollo de la grasa infiltrada en la carne del cerdo, lo que aporta un sabor característico y una textura jugosa al jamón.
Una vez que los cerdos alcanzan el peso adecuado, se sacrifican y se procede a la elaboración del jamón. El proceso de curado es largo y minucioso, y puede durar entre 24 y 48 meses, dependiendo del tamaño y la calidad del jamón. Durante este tiempo, los jamones se cuelgan en secaderos naturales, donde se produce una lenta deshidratación y maduración. Este proceso permite que los sabores se desarrollen y se intensifiquen, y que la grasa se distribuya de manera uniforme en el jamón.
El resultado es un jamón de bellota con un aroma y sabor distintivos, con una textura suave y jugosa. La carne presenta un intenso color rojo y está vetada de grasa infiltrada, lo que le da un aspecto marmoleado. El jamón de bellota se suele cortar en lonchas finas y se aprecia como un manjar gourmet.