Para identificar un buen turrón blando, busca aquellos que contengan ingredientes de alta calidad, como almendras enteras o troceadas y miel natural.
Lee la etiqueta y evita aquellos con demasiados aditivos o azúcares añadidos. Un turrón de calidad tiene un alto porcentaje de almendra, que suele ser al menos del 60%, y presenta una textura suave y homogénea.
Además, el color debe ser dorado, y el sabor debe ser intenso y natural, sin notas artificiales. Opta por marcas reconocidas y, si es posible, busca certificaciones que garanticen su origen y elaboración artesanal.