Este queso de cabra se realiza de forma artesanal en Villel, pueblo de la provincia de Teruel.
En pleno corazón de la provincia de Teruel, rodeado por la belleza de los paisajes de la Sierra de Albarracín, se encuentra el pequeño pero acogedor municipio de Villel.
Esta pequeña localidad de tan solo 337 habitantes, ha sabido preservar sus tradiciones y aprovechar su entorno natural para elaborar un producto muy popular en Teruel, su increíble queso de cabra.
Algunas curiosidades sobre Villel son: este pueblo conserva un castillo en ruinas que pertenecía a los Aben Razin, de Albarracín, y fue una de las pocas fortificaciones musulmanas que resistieron a la embestida cristiana dirigida por el Cid.
Villel se ubica en una zona de gran diversidad natural, con un clima continental de inviernos fríos y veranos cálidos, lo que contribuye a la creación de un entorno ideal para la cría de cabras y la elaboración de quesos. Los pastos de la Sierra de Albarracín son una de las claves del sabor tan característico de estos quesos. Las cabras que pastan en estas tierras se alimentan de hierbas, arbustos y plantas autóctonas, lo que influye directamente en el sabor, aroma y textura del queso.
La altitud y el clima de la zona también juegan un papel fundamental en el proceso de maduración de los quesos, que adquieren un sabor más profundo y complejo debido a las condiciones especiales del aire y la humedad en la región.