Antes de empezar, necesitamos un aceite de calidad para poder elaborarlo, como el aceite de oliva.
El aceite de oliva es uno de los pilares de la dieta mediterránea y es reconocido mundialmente por sus propiedades saludables y su sabor.
Sobre todo el aceite de nuestra zona, el aceite de oliva de Aragón , es el que destaca por su calidad, un aceite de Denominación de Origen.
Entonces, ¿cómo conseguimos obtener un aceite trufado de este?
Pues es muy sencillo, solo necesitarás introducir una trufa fresca del tamaño que prefieras (cuanto más grande sea, más sabor aportará) en un bote con aceite y esperar, al cabo de unos días o meses (depende de cuánto quieras dejarlo macerar), obtendrás un aceite con un aroma trufado delicioso.
El aceite de trufa combina el sabor y aroma del aceite de oliva virgen extra con el sabor y aroma de la trufa negra. También puedes elaborarlo con otro tipo de aceites, aunque te recomendamos que utilices el de oliva virgen extra, al ser un aceite de calidad.