Una vez que tengas lista tu crema de trufa puedes consumirla por si sola pero, también puedes utilizarla en otras elaboraciones.
¿Qué te parece utilizarla como salsa en un plato de pasta?
Es una ideal perfecta, ya que la trufa y el queso combinan perfectamente con una pasta de buena calidad.
Para ello, te recomendamos que sigas la receta anterior pero que no dejes reducir tanto la nata para cocinar, o en su defecto, que añadas más caldo. La idea de esto es que la crema quede menos espesa, la necesitaremos más líquida para poder integrarla mejor con la pasta.
Cuece un puñado de tallarines mientras haces tu crema de trufa y luego pásalos a una sartén a fuego medio, mientras vas regándolos con la salsa que acabas de preparar. Remueve todo junto unos minutos y emplata, aunque antes de servir te recomendamos rallar un poco más de trufa y queso parmesano por encima como presentación final.
Este plato combina la intensidad del sabor de la trufa con el umami del queso, cuando lo pruebes no te arrepentirás.