TRUFA BLANCA (TUBER MAGNATUM)

magnatum

Seguramente habrás oído hablar de la trufa negra, tan utilizada en los platos gourmet y tan popular durante la navidad, pero posiblemente no conozcas a una de sus hermanas, la trufa blanca.

En España, cuando hablamos de trufa, normalmente nos referimos a la trufa negra, o tuber melanosporum, ese hongo que se consume durante el invierno y que aporta un sabor muy intenso a las recetas y tiene un característico color negro. Aunque lo cierto es que la trufa negra es tan solo una variedad más de todos los tipos de trufa que existen.

Si quieres conocer un poquito más acerca de la trufa blanca, hoy te contamos qué es y cómo puedes utilizarla en tu cocina si te animas a probarla. 

¿QUÉ ES LA TRUFA BLANCA?

La trufa blanca, conocida como tuber magnatum, es un hongo de especie silvestre, al igual que todas las trufas. Su origen la sitúa principalmente en Italia, en las regiones de Alba y Piamonte, por eso en España no es tan común su uso en la cocina, a pesar de estar ganando popularidad. 

Su característica principal es su color blanco amarronado, que se observa perfectamente también en su interior, por ello es conocida como trufa blanca. Suele tener una forma irregular y una piel lisa de color blanco o marrón claro muy evidente.

Además de su peculiar color, su aroma intenso y penetrante y su sabor terroso, con notas ligeramente picantes, hace de ella un ingrediente clave para los restaurantes de alta cocina.

La trufa blanca es un ingrediente estacional, como ocurre con la trufa negra. Es característica del tiempo de otoño e invierno, principalmente durante los meses de octubre, noviembre y diciembre. Durante estos meses la trufa alcanza su punto de madurez y se encuentra en su punto óptimo de consumo.

PROPIEDADES DE LA TRUFA BLANCA

Además de estar deliciosa, lo cierto es que al trufa blanca ha sido sometida a diversos estudios, en los cuales se ha demostrado la cantidad de beneficios que nos aporta cuando la consumimos.

La trufa blanca es considerada un ingrediente beneficioso para nuestra salud porque:

  • Aporta energía, hidratos de carbono, proteínas, fibra y hierro.
  • Es antioxidante y antinflamatoria: es rica en compuestos fenólicos, caracterizados por sus propiedades antioxidantes.
  • Es antimicrobiana: se ha demostrado que el extracto acuoso de la trufa blanca es capaz de combatir dos de las bacterias principales causantes de las infecciones bacterianas.

Te animamos a disfrutar de todos los beneficios que puede aportar la trufa blanca a tu salud, siempre consumiéndola con moderación y asegurándonos de que se encuentra en buenas condiciones de conservación.

tuber magnatum

TIPOS DE TRUFA BLANCA

Estamos hablando sobre la tuber magnatum como la trufa blanca por excelencia, pero la realidad es que existen otros tipos de trufa que podrían adquirir la misma denominación.

Como hemos mencionado antes, la trufa blanca es originaria de Italia, pero existen otras regiones de Europa donde también se encuentran otros tipos de trufas blancas.

La trufa blanca más conocida es la tuber magnatum o trufa de alba, pero no es la única:

  • Trufa de alba o tuber magnatum: es la trufa por excelencia más conocida y más utilizada en la gastronomía. Entre las que se recolectan existen diferencias en el aroma y la tonalidad, todo depende del lugar de cultivo y las precipitaciones durante el año. Te hemos estado hablando de ella durante todo este artículo, poco más que añadir.
  • Trufa bianchetto o tuber borchii: no te dejes engañar por su nombre italiano, esta variedad de trufa blanca crece a lo largo de toda Europa en la época de primavera. Tiene un sabor menos intenso que la tuber magnatum, pero debido a su color también es comúnmente utilizada en los productos con trufa, como el aceite de trufa blanca. Su forma es más redondeada y de pequeño tamaño. En cuanto a el aspecto este tipo de trufa es más amarillenta, pero su interior también es blanquecino.

¿CÓMO utilizar la trufa blanca?

La trufa blanca es un ingrediente muy apreciado en la gastronomía, ya que aporta un sabor y aroma muy distinto al que acostumbramos de la trufa negra.

Esta variedad de trufa se puede utilizar en un sin fin de elaboraciones. Puede consumirse tanto al natural, como rallada o cortada en finas láminas.

La mejor forma para apreciar todos los matices que aportan su sabor es consumirla cruda ya que es delicada y así también aprovechamos la variedad de propiedades beneficiosas que contiene para nuestra salud. 

Y ojo, que no te asuste el término "cruda" ya que la trufa, cuando se ralla encima de un plato, suele hacerse fresca, y es totalmente segura para consumir.

Para disfrutar de esta trufa blanca te dejamos algunas ideas que te encantarán.

  • Puedes añadir un poquito sobre un plato de pasta. La trufa se impregnará por completo aportando un sabor delicioso.
  • Huevos fritos con trufa blanca: sin duda un plato exquisito. Solo tienes que laminar un poco de trufa una vez cocinados los huevos para disfrutar. 
  • Corazones de alcachofa con trufa blanca: un plato ideal donde los ingredientes combinan excelentemente, ya que la alcachofa realza el sabor terroso de la trufa. 
  • Risotto con trufa blanca: el plato clásico para apreciar realmente el sabor de la trufa blanca y combinarla con los mejores ingredientes.
  • Tostada con aceite de oliva, anchoas y trufa blanca: un aperitivo sencillo que te dejará un gusto en el paladar magnífico.
  • Otra forma de degustar las trufas es mediante los productos con trufa. Por ejemplo, el aceite con trufa blanca es de los más conocidos y utilizados. Ideal como aliño para ensaladas, pastas o carnes. 
risotto de trufa blanca

Esperamos que te haya parecido interesante esta información sobre la trufa blanca, y te recomendamos que te animes a probarla, especialmente si eres un amante de las recetas trufadas o de la trufa negra en general, porque tiene un sabor muy característico y particular.

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