¿Qué debes saber sobre el vino espumoso?

Seguro que no es tu primera elección cuando quieres tomar una copa porque no es un tipo de vino muy popular en bares o restaurantes pero, ¿alguna vez te has preguntado qué hace tan especial al vino espumoso o cómo surgió su creación?

El vino espumoso, está fuertemente asociado a celebraciones, ya que lo consumimos, en su mayoría, en comidas familiares o eventos como navidad, pero lo cierto es que este tipo de vino puede convertirse en un básico de despensa si sabemos cómo disfrutarlo.

Detrás de su efervescencia hay un toque normalmente dulce, que funciona de forma perfecta en combinación con dulces, ¿quieres saber cómo puedes disfrutarlo aún más?

La creación del vino espumoso

Si buscas información por tu cuenta sobre este vino tan especial puedes encontrar diversas historias distintas sobre su creación, pero uno de los relatos más famosos se remonta a la región de Champagne, en Francia, durante el siglo XVII.

Porque si, el champán que todos conocemos, es un tipo de vino espumoso aunque nunca nos referimos a él como tal.

Según apunta la historia, el monje benedictino Dom Pérignon puede ser considerado uno de los pioneros en el desarrollo del vino espumoso, aunque la realidad es que su creador oficial es desconocido.

La contribución principal del monje fue perfeccionar técnicas que evitaran que las botellas explotaran debido a la presión del gas, algo que sucedía con frecuencia cuando se desarrollaban prototipos.

El vino espumoso comenzó a ganar popularidad en la corte francesa, convirtiéndose en un símbolo de lujo con el que la burguesía proyectaba exclusividad.

Con el tiempo, la producción de este tipo de vino se extendió más allá de Champagne, llegando a regiones como Cava en España, Prosecco en Italia y los espumosos de Nueva Zelanda y California, aportando en cada región distinciones adaptadas a sus gustos, culturas y tradiciones.

Actualmente, el vino espumoso se obtiene mediante un proceso especial de fermentación que captura dióxido de carbono (CO₂) en el vino, lo que le da sus características burbujas.

vino espumoso

¿Cómo abrir una botella de vino espumoso?

Una vez que hemos explicado la procedencia del vino espumoso, seguro que te hemos dado ganas de tomar una copa, así que para ello vamos a explicarte cómo se debe abrir correctamente una botella de vino de aguja, ya que conlleva algo más de técnica que descorchar una botella de vino corriente.

Lo primero que debes tener claro es que debemos deshacernos de la presión de dentro de la botella para poder abrirla, para ello:

  1. Prepara la botella: Asegúrate de que esté bien fría (entre 6 y 8 °C). Una botella a esta temperatura reduce el riesgo de que el corcho salga disparado inesperadamente.

  2. Quita la cápsula y la boquilla metálica: Retira la cápsula que cubre el corcho y afloja cuidadosamente la boquilla metálica. Mantén el pulgar sobre el corcho mientras lo haces para evitar que se suelte de manera repentina y haya problemas.

  3. Sujeta el corcho: Inclina la botella a unos 45 grados, sujetando el corcho con una mano y girando la base de la botella con la otra. Es importante girar la botella, no el corcho, para tener mayor control.

  4. Libera la presión suavemente: Permite que el corcho salga con un leve "susurro" en lugar de un estallido, lo que preserva mejor las burbujas y evita derrames.

Seguro que has visto en redes sociales a varias personas descorchando este tipo de vino con cuchillos de un solo golpe, pero te recomendamos no hacerlo si quieres evitar posibles cortes con el cristal.

Cómo se marida el vino espumoso

Una vez abierto con tus mejores dotes de sumiller, llega el momento de acompañarlo como se merece para poder apreciar mejor sus matices.

El vino espumoso es muy versátil para maridar, gracias a su acidez refrescante y sus burbujas que limpian el paladar. 

Sus combinaciones ganadoras son:

  1. Aperitivos: Es el compañero ideal de unos aperitivos de vermut como montaditos con queso, frutos secos y fruta deshidratada. Un Prosecco combina de maravilla con canapés de queso fresco, frutas o sushi. Para algo más intenso, prueba un Cava con jamón ibérico.

  2. Platos principales: Los espumosos se llevan bien con pescados, mariscos y carnes blancas. Un Champagne Brut, es perfecto para platos como pollo al horno o salmón.

  3. Comidas grasosas o fritas: La acidez del vino espumoso contrarresta la grasa, lo que lo hace ideal para acompañar frituras como croquetas o patatas.

  4. Postres: No todos los vinos espumosos funcionan con postres aunque es cierto que la gran mayoría marida bien con el dulce, opta por uno con matices dulces, que complemente tartas de frutas o postres y bombones de chocolate.

vino rosado espumoso

Tipos de vinos espumosos que existen

El término "vino espumoso" es conocido en todo el mundo, y aunque varios países producen sus propias versiones de vinos espumosos, estos son los más conocidos:

  • Champagne: Procedente exclusivamente de la región de Champagne en Francia, es conocido por su método tradicional de fermentación en botella y su elegante sabor seco.
  • Prosecco: Originario de Italia, tiene burbujas más ligeras y un sabor más frutal, siendo perfecto para acompañar postres y dulces.
  • Cava: El espumoso de España más conocido, elaborado principalmente en Cataluña, tiene una estructura similar al Champagne, pero a menudo es más asequible. Lo conocerás por ser la bebida estrella de la navidad española.

Algunas curiosidades

  • Una botella de vino espumoso puede contener entre 4 y 6 atmósferas de presión, lo que equivale a la presión de un neumático de camión.
  • En Francia, se estima que se producen alrededor de 300 millones de botellas de Champagne al año.
  • Los vinos espumosos también pueden ser tintos, como el Lambrusco italiano, aunque no son tan conocidos.

El vino espumoso tiene pocos fans legítimos pero es una experiencia en sí misma poder disfrutar de una copa burbujeante. Ahora ya conoces los principales datos del vino espumoso, no dudes en sacarlos a la luz cuando estés en una comida familiar y descorchéis una botella.