La diversidad de hábitats en Teruel permite que se desarrollen numerosas especies de setas a lo largo del año, aunque la temporada alta suele coincidir con el otoño, gracias a las condiciones húmedas y templadas. A continuación, repasamos algunas de las especies más representativas:
1. Níscalo o Rebollón (Lactarius deliciosus)
El níscalo (o rebollón en Teruel) es, sin duda, una de las setas más populares en Teruel, estamos seguros de que alguna vez has salido en su búsqueda. Se caracteriza por su color anaranjado, su sabor suave y su textura carnosa. Su hábitat natural son los pinares, que abundan en la provincia. Además, es muy apreciado en la gastronomía local, donde se utiliza en guisos, arroces o simplemente a la plancha con ajo y perejil.
2. Boletus edulis (Hongo o seta calabaza)
El boletus es considerado un producto gourmet. Con su sombrero marrón y su pie grueso, es una de las setas más buscadas por su sabor y versatilidad en los platos. En las sierras de Teruel, el boletus encuentra las condiciones idóneas para crecer, especialmente en bosques mixtos de robles y hayas, es más difícil dar con ellos pero, si encuentras alguno, será tu día de suerte.
3. Seta de Cardo (Pleurotus eryngii)
Esta seta es muy apreciada tanto por recolectores como por cocineros. Crece habitualmente en zonas de pradera y junto a plantas de cardo, de donde toma su nombre. Su textura firme y su sabor intenso la convierten en un ingrediente perfecto para guisos y salteados, es la seta habitual en nuestras recetas.
4. Amanita caesarea (Oronja)
Conocida también como la "reina de las setas", la oronja destaca por su color anaranjado brillante y su sabor delicado. Es una especie bastante escasa, lo que la hace aún más codiciada. Aunque es comestible y deliciosa, es importante diferenciarla de su peligrosa pariente, la Amanita muscaria, que es tóxica.
5. Trompeta de los Muertos (Craterellus cornucopioides)
A pesar de su nombre que da un poco de miedo, esta seta negra en forma de trompeta es un tesoro gastronómico. Su sabor intenso y su aroma la hacen ideal para salsas y sopas. En Teruel, suele encontrarse en bosques caducifolios durante el otoño.