En 2020, frente a 2019, España cerró con una reducción del 31% de su producción, mientras que en Grecia e Italia ocurrió lo contrario, en donde la producción casi llegó a duplicarse. España cuenta con 2,5 millones de hectáreas a las que les generó el rendimiento de 123.000.000 toneladas, cubriendo un 60% de la producción de Europa.
En la segunda mitad de 2020 el precio en España disminuyó un 7,41% con respecto a los meses de junio, julio, agosto, septiembre y octubre del año anterior. En la última década el mayor crecimiento en el precio se comprendió entre 2014 y 2015, cuando se vio en 4,15 euros por kilogramo. Esta cifra tuvo sus oscilaciones hasta 2017, entonces desde los 4 euros por kilogramo ha ido en descenso hasta el día de hoy. El descenso de su valor no se ha visto reflejado de igual manera en el consumidor, lo que en los últimos años ha crecido la preocupación por la rentabilidad de este sector.
Actualmente la demanda y producción se encuentran nivelados lo que resulta en una estabilidad que la pandemia ha prolongado debido a que ha aplazado las continuas reivindicaciones por parte de los agricultores.