¿Qué pensarías si te dijéramos que puedes aromatizar los huevos incluso antes de romper su cáscara? Pues sí, es posible y muy sencillo, aportar a estos el gusto especial de la trufa sin haber encendido los fogones.
Este sencillo truco tiene más valor del que pudiera parecer ya que, congrega el valor gustativo y culinario de la trufa, con el alto valor nutricional de los huevos. Y es que estos contienen cadenas completas de aminoácidos, minerales esenciales y todas las vitaminas que el cuerpo humano precisa excepto una cantidad apreciable de vitamina C, que queda suplida con la trufa, que presenta altas cantidades de esta. De esta forma la combinación nos da un enorme aporte nutricional en nuestra dieta de una forma deliciosa. Estos dos alimentos parecen haber sido hechos el uno para el otro.