Además, el albaricoque cuida la salud de la piel. Los antioxidantes como el betacaroteno y la vitamina C ayudan a proteger la piel del daño causado por el sol y a mantenerla tersa y luminosa.
También, mantiene el cuerpo hidratado. Su alto contenido en agua hace que sea una opción eficaz para mantenerse hidratado durante los días calurosos del verano. Esto beneficia tanto a la piel como a los órganos y los tejidos, especialmente en épocas de calor.
Otras frutas repletas de agua para combatir la deshidratación en verano son la sandía, el melón o la piña y el melocotón.
El albaricoque es un perfecto aliado para una dieta equilibrada, esto se debe a que es una buena fuente de fibra dietética. La fibra soluble e insoluble facilita una digestión saludable, ayudando a regular el tránsito intestinal y a prevenir el estreñimiento.
La fibra también ayuda a reducir los niveles de colesterol en sangre y mantener estables los niveles de azúcar, lo cual es beneficioso para personas con diabetes o problemas de colesterol.