- Quesucos de Liébana: se trata del queso más típico de Cantabria, elaborado con leche de oveja. Nació en los puertos de Ávila con aquellos ganaderos que, para aprovechar la leche del ganado, creaban los quesucos. Ya lo sabe, si visita Cantabria no olvide probar uno de sus quesos más antiguos y exquisitos.
- Zamorano: como indica su nombre, es un queso elaborado en Zamora, con leche de oveja. Es un queso suave y, en función de si está más o menos curado, su textura es más untuoso o más seco. En función de su gusto, escoja un queso curado o semicurado. ¡Seguro que no le defraudará!
- Idiazábal: es un queso elaborado con leche de oveja y con un tiempo de curación no superior a los 2 meses. Una característica curiosa es que contiene un bajo porcentaje de hidratos de carbono que lo convierte en un queso excelente para la prevención de caries. En cuanto a su textura, es compacta y firme. Su sabor, intenso.
- Mahón: un clásico de Menorca, elaborado con leche de vaca. Lo puede encontrar de diferentes tipos según el tiempo de curación: tierno, semicurado, curado. En su sabor destaca una mezcla de mantequilla, frutos secos, la leche… Un placer para el paladar.