Cecina de cabra: Elaborada a partir de carne de cabra, se somete al mismo proceso de curado y ahumado que la cecina de vacuno. La carne de cabra tiende a tener un sabor más intenso que la carne de vacuno, lo que puede dar a la cecina de cabra un sabor más distintivo.
Cecina de añojo: Elaborada con carne de terneros jóvenes, entre 8 y 12 meses de edad. Esta cecina suele ser más tierna y sueva que la de otros animales más maduros, lo que influye en el sabor y la textura de la cecina. Es una opción popular entre los clientes que valoran la carne de calidad y el proceso artesanal de curado.
Cecina de ciervo: Elaborada a partir de la carne de ciervo, tiene un sabor distintivo y a menudo se describe como más salvaje o robusto que la carne de vacuno. La cecina de ciervo es popular en áreas donde la caza de ciervos es común, como la provincia de Teruel, ya que proporciona una forma de aprovechar y conservar la carne de caza de manera sabrosa y duradera.
Cecina de jabalí: La cecina de jabalí se elabora con la carne de este animal de caza. El jabalí tiene una carne más magra y con un sabor más intenso que el cerdo doméstico, lo que puede hacer que la cecina de jabalí tenga un sabor más fuerte y distintivo. Es apreciada por su sabor único y su asociación con la caza y la cocina tradicional en algunas regiones.