La elaboración del vino es un proceso complejo, que comprende varios pasos y que requiere realizarse con suma dedicación y cuidado para obtener un óptimo resultado. A pesar de tener vinos de distintos tipos, todos siguen el mismo proceso; lo único que los diferencia es el tipo de uva que se usará.
El primer paso es la vendimia, que en España suele realizarse entre los meses de septiembre y octubre, que es cuando la uva tiene un punto de maduración adecuado y de la que podremos exprimir todo su sabor. Además, cuanto más madura está la uva mayor contenido de azúcar contiene y de ello depende el nivel de alcohol que poseerá el vino.
Los siguientes pasos consisten en estrujar la uva para conseguir extraer todo su jugo y prensar los elementos sólidos como la pulpa, pieles y rabillos para conseguir el mosto. Este mosto, a través de la fermentación alcohólica, se convertirá en vino de forma natural. Posteriormente, el vino es sometido a otra fermentación (denominada malolática) durante 15 – 21 días para conseguir eliminar el sabor ácido del vino.
Por último, el vino se introduce en barricas de roble o en cubetas de acero inoxidable (según el tipo de vino que se quiera obtener) para proseguir con su crianza y maduración.
Tras este proceso, se obtienen los mejores vinos, los que están con nosotros en nuestro día a día. Los vinos del Matarraña tienen notas cítricas, dulzura, intensidad, pasión… Estos vinos tienen sabor de Teruel, es decir, un sabor inolvidable.