Jamón Serrano: Proviene de cerdos de diferentes razas, generalmente de cerdos blancos, y su curación suele ser de al menos 12 meses. El jamón serrano se caracteriza por su sabor suave y equilibrado, así como por su textura firme y jugosa.
Jamón Ibérico: Considerado un manjar gourmet, el jamón ibérico se elabora a partir de cerdos de raza ibérica. Este tipo de jamón se distingue por su intenso sabor y aroma, así como por su textura untuosa y veteada de grasa infiltrada. Se clasifica según la alimentación del cerdo en jamón ibérico de bellota (alimentado principalmente con bellotas) y jamón ibérico de cebo (alimentado con pienso y recursos naturales).
Jamón Gran Reserva: Este tipo de jamón se destaca por su largo período de curación, que puede superar los 18 meses e incluso llegar hasta los 36 meses. Durante este tiempo, el jamón se somete a un proceso de maduración lento y cuidadoso que permite desarrollar su sabor y aroma de manera óptima. El jamón gran reserva suele ofrecer un sabor más pronunciado y una textura más suave y delicada que otros tipos de jamón.
Denominación de Origen de Teruel: Este tipo de jamón se elabora siguiendo estrictos estándares de calidad y procedimientos tradicionales. Se caracteriza por su sabor delicado y equilibrado, así como por su textura jugosa y tierna. El jamón con Denominación de Origen de Teruel es reconocido por su calidad y autenticidad, siendo una opción apreciada por los amantes del buen jamón.